Querido otoño:
gracias por todas las tardes frescas
que me regalas; gracias por el cielo
límpido con el que me cobijas;
gracias por las lunas más hermosas
y por sus haces plateados
que se filtran por las rendijas.
Gracias por la melancolía... sí, esa
que llena de recuerdos ¿o quizá
los recuerdos sean los que llenan
de melancolia? No lo sé, tal vez
juntos fecunden la más dolorosa
epifanía que restriega en mi piel
el sabor de unos besos que fueron
mi vicio, mi ambrosía; y sí, te
agradezco hasta el dolor de aquella
historia que me enseñó a vivir la mejor
realidad y la más loca fantasía...
Tienes ese sabor a café, a brisa salada,
a viento dulce, a canela, a -Quiero que
vuelva; pero sé bien que hay cosas que,
por más que se deseen, no se pueden
cambiar... Voy a dejar que tu esencia
me envuelva y me impregne los sentidos
hasta que, como aquel amor,
irremediablemente te tengas que marchar...
Alibut Sarabia
Alibut Sarabia
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