De cuando en cuando vienes a verme
y tu presencia deja en trocitos,
dulces recuerdos; unos de menta
que me refrescan, otros de sal
que me complacen y los de azúcar
dejan en mí tanta dulzura,
que me los como poquito a poco,
para saborearte siempre mi amor.
Y luego pasa que no te espero
y me sorprendes, entonces pronto
me pongo guapa y bajo a verte,
me abrazas fuerte, cierro mis ojos,
respiro hondo y en lo profundo
guardo tu aroma. Eres tan linda,
tan cariñosa, que aunque estés lejos
nunca te vas, en mi existes, eres mi fruto,
nunca te pierdo, porque en el espacio
de nuestros cuerpos existe un hilo
de devoción, te dejo libre, emprende vuelos,
aunque tropieces conoces siempre
donde es la vuelta, que llega a casa
y aquí te espero, siempre en mis brazos
tendrás consuelo, hija de mi alma,
no necesito decirte más, tú ya lo sabes,
eres mi cielo y nunca olvides princesa mía:
¡Cuánto te quiero!
Aurora Orozco
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