Anoche soñé contigo.
¡Qué delicia fue irte despojando
de todo lo que traías de más!
Vi tu figura tosca, recia;
tus brazos me atraparon
y no me dejaban escapar.
Deslicé la yema de mis dedos
sobre toda tu espalda;
bordé con besos tu pecho;
mis dientes marcaron tu vientre
y me convertí en averno
que no se pudo apagar.
Me hiciste verso entre tus brazos;
escribiste en mi cuerpo
la eterna poesía
que jamás podré olvidar.
Experto, osado en extremo
me llevaste a las estrellas
y con ellas hicimos cohesión;
me hiciste tu acólito;
seguiste la ruta hasta llegar
a mi volcán, para enfurecerlo
hasta que rabioso, hizo explosión.
Cuando abrí los ojos
estaba agitado mi pecho
y aún carente de respiración,
pero no importa,
no me tengas compasión;
te espero mañana en mi sueño,
sin reservas y sin condición.
Alibut Sarabia
Imagen de la red.
¡Qué delicia fue irte despojando
de todo lo que traías de más!
Vi tu figura tosca, recia;
tus brazos me atraparon
y no me dejaban escapar.
Deslicé la yema de mis dedos
sobre toda tu espalda;
bordé con besos tu pecho;
mis dientes marcaron tu vientre
y me convertí en averno
que no se pudo apagar.
Me hiciste verso entre tus brazos;
escribiste en mi cuerpo
la eterna poesía
que jamás podré olvidar.
Experto, osado en extremo
me llevaste a las estrellas
y con ellas hicimos cohesión;
me hiciste tu acólito;
seguiste la ruta hasta llegar
a mi volcán, para enfurecerlo
hasta que rabioso, hizo explosión.
Cuando abrí los ojos
estaba agitado mi pecho
y aún carente de respiración,
pero no importa,
no me tengas compasión;
te espero mañana en mi sueño,
sin reservas y sin condición.
Alibut Sarabia
Imagen de la red.
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