
Cada noche, en mi alcoba, apago las luces
y enciendo dos velas para recordarte.
Aún conservo la estrella de David muy cerquita
de mi corazón, esa que me regalaste con todo tu amor.
Cierro los ojos fuerte para contener mis lágrimas
por tu ausencia, pero el alma se me llena de ti
y entonces mágicamente una sonrisa aparece en mi cara,
como si pudieras tocar de alguna forma mi corazón.
La tenue luz ilumina la habitación, hay corazones,
flores y estrellas en la pared. Puedo recordar perfectamente
el olor a tu piel, el aroma de tu amor, la dulzura de tus besos
y esa manera de hacerme prisionera de ti.
Por un momento el tiempo se detiene, juega conmigo, me hace
ir al pasado donde me acompañabas,entonces cierro mis ojos
para guardar tu imagen, esa sonrisa que tanto ansío,
esos te amo que han sido míos, tus manos, tu ser...
La magia de la noche se hace presente, es allí donde las almas
se encuentran, donde las razones sobran, donde los límites
desaparecen, donde nuestra estrella nos une, donde tenemos
un cielo para amarnos, donde sin miedo nos envolvemos
de este amor que nadie entiende.
Cada noche, en mi alcoba, enciendo dos velas para no olvidar
nuestro amor, este amor que me sigue dando vida.
Ale Barajas
Derechos Reservados 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario