con el reflector de tu herida,
sino con las bujías del amor.
Nunca te muevas tanto
que llegues a todas partes
menos a tu alma.
Nunca sueñes el matrimonio
sólo con rosas.
Ponle también sueños
a los sacrificios y nudos al deber.
Nunca mires una dificultad
como imposible: siempre habrá
un espacio para seguir.
Nunca es tan importante
lo que ha sido tu obra,
como lo que llevó dentro
tu proceder. Nunca deslumbres
con lo que digas, hasta estar seguro
de no desencantar con lo que hagas.
Nunca intentes dominar a nadie,
pero imponte a los demás
hasta el punto que no le permitirías
a los demás que se te impusieran a ti.
B&J
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