y en un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio
una bofetada al otro.
Este último, ofendido, sin nada que decir,
escribió en la arena:
“HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO”.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bajarse.
El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse,
siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete
y escribió en una piedra:
siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete
y escribió en una piedra:
“HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA”.
Intrigado, el amigo preguntó:
–¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora
escribes en una piedra?
escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió:
–Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena
donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo
y apagarlo...
donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo
y apagarlo...
Por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo
en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno
en todo el mundo podrá borrarlo.
en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno
en todo el mundo podrá borrarlo.
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