La noche nos invita...
La oscuridad nos incita...
¿Qué nos lo impide, vida mía?
Ven... mis manos están listas,
mi boca tiembla, mi cuerpo vibra...
Mientras te embriago de besos
irá cayendo tu camisa;
todo lo que no nos hará falta
al suelo llegará de prisa,
hasta que sólo vistamos
nuestra desnudez, nuestro deseo,
y la pasión desenfrenada
de nuestras mutuas caricias.
El sabor de tu cuello
quedará sobre mis labios
y adherido a mi lengua;
en tu pecho y en tu vientre
quedarán dibujadas
las huellas de mis dientes
y no quedará ni un solo espacio
de nuestra piel que no
exploremos insistentes.
Mientras, con tus labios sedientos
sobre toda mi espalda
tus candentes versos ensayas,
Mientras, con tus labios sedientos
sobre toda mi espalda
tus candentes versos ensayas,
y tus dedos curiosos
la cúspide de mis colinas exploran
que toda tu esencia voraz
explore en mis entrañas.
Con el mismo ritmo desmedido
no ceses de besar ni de morder;
no me quites tus labios
ni la miel de tu garganta;
que el espacio entre los dos
quede por completo desaparecido;
y mezclando nuestro sudor,
nuestra total humedad,
que tu pecho y mi pecho
Con el mismo ritmo desmedido
no ceses de besar ni de morder;
no me quites tus labios
ni la miel de tu garganta;
que el espacio entre los dos
quede por completo desaparecido;
y mezclando nuestro sudor,
nuestra total humedad,
que tu pecho y mi pecho
tengan un mismo latido,
y con mis uñas aferradas
a tu resbalosa espalda
quede de nuevo tu cuerpo
con el mío fundido.
Y, al ritmo de la noche,
nuestro inagotable ardor,
gemidos, suspiros y osadía
seamos del amor y la pasión
la más sublime sinfonía
para que el amor vea necesario
que esta noche quede marcada
Y, al ritmo de la noche,
nuestro inagotable ardor,
gemidos, suspiros y osadía
seamos del amor y la pasión
la más sublime sinfonía
para que el amor vea necesario
que esta noche quede marcada
con nuestros nombres inscritos
para siempre en el calendario.
Alibut Sarabia
Alibut Sarabia
imagen tomada de la red
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