jueves, 1 de agosto de 2013

FUEGO NOCTURNO








































La noche nos invita...

La oscuridad nos incita...

¿Qué nos lo impide, vida mía?

Ven... mis manos están listas,

mi boca tiembla, mi cuerpo vibra...

Mientras te embriago de besos

irá cayendo tu camisa;

todo lo que no nos hará falta

al suelo llegará de prisa,

hasta que sólo vistamos

nuestra desnudez, nuestro deseo,

y la pasión desenfrenada

de nuestras mutuas caricias.



El sabor de tu cuello 


quedará sobre mis labios 

y adherido a mi lengua; 

en tu pecho y en tu vientre 

quedarán dibujadas 

las huellas de mis dientes 

y no quedará ni un solo espacio 

de nuestra piel que no 

exploremos insistentes. 




Mientras, con tus labios sedientos

sobre toda mi espalda

tus candentes versos ensayas,


y tus dedos curiosos 

la cúspide de mis colinas exploran 

que toda tu esencia voraz 

explore en mis entrañas. 




Con el mismo ritmo desmedido

no ceses de besar ni de morder;

no me quites tus labios

ni la miel de tu garganta;

que el espacio entre los dos

quede por completo desaparecido;

y mezclando nuestro sudor,

nuestra total humedad,

que tu pecho y mi pecho


tengan un mismo latido, 

y con mis uñas aferradas 

a tu resbalosa espalda 

quede de nuevo tu cuerpo 

con el mío fundido. 




Y, al ritmo de la noche,

nuestro inagotable ardor,

gemidos, suspiros y osadía

seamos del amor y la pasión

la más sublime sinfonía

para que el amor vea necesario

que esta noche quede marcada


con nuestros nombres inscritos 

para siempre en el calendario.




Alibut Sarabia
imagen tomada de la red

No hay comentarios:

Publicar un comentario