Invíteme un beso largo,
que estoy muriendo de sed,
y refrésqueme el alma yesca
de vivir sus horas efímeras,
más que eternas sin usted...
Invíteme un roce osado
de sus manos de maestro,
y póngale vida a mi piel fría
de ausencia, y le juro señor,
que ese secreto será nuestro...
Alibut Sarabia
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