A veces soy como una hoja
que se sostiene en una rama,
y se mece despacito como
acunando la brisa en primavera.
A veces soy ese palpitar de mis
labios cuando quiero susurrarte
al oído que "te amo", y no estás.
A veces soy la caricia que
nadie te dará, cada vez que te miro.
Y me basta un instante de eternidad
donde se realizan los interludios
de amores, entre tus palabras,
una tarde de lluvia y mí café...
Como conjugando sentimientos
en palabras, anhelos y realidades;
que siempre están vivos en cada
suspiro, cada insomnio,
cada recuerdo latente.
O, cada vez que sostengo entre
mis manos...
"Una taza de café", -en una tarde de lluvia:
que aún está por llover-.~
( María Victoria Hernández )
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