Dijiste: la fugitiva luz de tus cabellos
se refugió en la almohada
y al acercar mis manos
se me volvieron agua
seda de agua.
Sentí mi cuerpo mar y tú sobre la playa.
Dijiste: no tiendas más
la musical cascada
te quiero así vestida
de silencio y de nada.
Te quiero así sedosa
así desamparada.
Dijiste. Porque me amabas.
Carmen Soler
Pintura: Patricia Krebs
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