viernes, 31 de julio de 2015
ENAMORADA
Ella está enamorada. La tristeza
sus ojos claros hace más hermosos.
No vino. No vendrá, pero lo aguarda.
Alguien silba en el pueblo una letrilla.
Avanza lentamente una anciana
camino a la iglesia abandonada.
Se celebra la misa por los muertos.
"Parecía quererme. Con las hierbas
me cerraba los párpados. Sus manos
me sujetaban fuertes", ella piensa.
Por los negros pezones de sus senos
miraban atrevidos dos gorriones
si él la desnudaba sobre el pasto.
Y la luz del ocaso la habitaba.
Todo lleno de luna era su vientre.
No vino. No vendrá, pero lo aguarda.
DELFINA ACOSTA
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