ELLA

Ella guardaba entre sus sueños la esperanza 

de encontrarlo, sentía entre sus brazos el peso 

de un vacío que no podía explicar, esa sensación 

siempre latente de saber que no importa 

que sucediera en su vida, algo faltaba.

La vida la había llevado por una infinidad 

de caminos, no sabía qué debía hacer para 

encontrarlo, tenía la certeza que había una 

mirada que le mostraría un corazón 

que al igual que ella, la esperaba.

La esperanza es un latido silencioso, que se 

escapa de las manos de la razón y de la voluntad. 

Ella lo sabía, por eso dejaba volar en libertad 

su corazón mientras que cerraba sus ojos.

Hay lazos que vienen desde el cielo, lazos 

que se vuelven eternos porque han decido alguna 

vez vivir con amor, eso pasaba con ellos. El cielo 

los había unido inclusive antes de nacer.

Cuando menos te lo esperas, el amor encuentra la forma 

de llegar a ti, de llenar esos vacíos, de devolver sonrisas 

por cada lágrima, de renacer nuevamente.

Cuando los sueños se vuelven realidad, todo cambia, 

todo vuelve a ser nuevo, todo se vuelve a disfrutar, 

esa falta de aire es la que nos da vida, el alma se abre 

y se muestra a cielo abierto sin temor.

Ella que guardaba entre sus sueños la esperanza de 

encontrarlo, un día sin esperarlo, lo encontró. Las palabras 

sobran cuando habla el corazón, no hay nada que perdonar, 

no hay pasado que lastime, todo inicia una vez más.

El amor es lo único que le da vida al alma, lo que nos 

invita a seguir creyendo en los sueños, lo que nos mueve 

más allá de mares y desiertos, lo que nos hace realmente 

despertar a la vida.

Alejandra Barajas

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