sábado, 29 de diciembre de 2012
DESPEDIDA....
¡Lo más triste no es despedirse,
sino no saber hacia adónde ir...!
¡Y lo más triste no es despedir
al que parte, sino no saber
dónde y para qué te... quedas!
Si toda la vida es un camino,
y toda la vida es una búsqueda,
acéptalo, aunque te duela,
toda la vida es una despedida.
¡Y sólo aprendiste a vivir,
cuando aprendiste a despedirte!
Y no habrás aprendido a caminar
en libertad, buscando lo no alcanzado,
mientras no te hayas despedido
de lo andado y lo logrado.
La libertad y la valentía que no tienes
para despedirte de todo lo dejado y
lo perdido, son la libertad y la fuerza
que te faltan para seguir andando.
Despídete, de los padres
que ya no necesitas,
y cuida de ti mismo haciéndote
responsable de tu vida.
Despídete, de los hijos
que ya no te necesitan,
y déjalos ser libres.
Despídete, de lo bueno que viviste,
sin apegarte al tiempo que pasó,
por temor del presente y el futuro.
Despídete, del mal que cometiste,
sin atarte con culpas y reproches;
perdonándote a ti mismo.
Despídete, de las ofensas
que te hirieron, sin esclavizarte
en la prisión del rencor y la amargura.
Despídete, de los que, muriéndose,
partieron, para que dejes de esperar
su regreso, y camines tu camino
en la esperanza, de encontrarte tú con ellos...
Despídete, deja correr el río de la vida,
llevándose las aguas que estás viendo,
para que tengan lugar ante tus ojos
las aguas que no viste todavía,
y ya están viniendo...
René Trossero
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